03 febrero 2015

Decía Oscar Wilde:

"Mantén siempre el corazón enamorado. 
Una vida sin amor es como un jardín sin sol
 y con las flores muertas."

Por amor la gente se ha embriagado, ha enloquecido, ha traicionado, ha matado, se ha suicidado e incluso ha escrito poesía, pero también ha sido feliz si le han correspondido. Por amor se han iniciado guerras y han caído soldados en los campos de batalla. Y aunque hay escépticos que dicen que no es más que una reacción química, o una palabra inventada por los poetas para que rime con dulzor, el amor es la máquina que hace girar el mundo en busca del je-ne-sais-quoi. Qué pobre parece la definición que da el diccionario - "Inclinación o afección profunda hacia una persona"- ante la grandeza de ese sentimiento incomparable.


No hay comentarios:

Publicar un comentario